Durante todo el año y en especial cuando es temporada de calor, acostumbramos utilizar desodorantes y antitranspirantes para conseguir una higiene axilar que evite los olores naturales del cuerpo, liberados por la transpiración. Esta práctica está arraigada en las costumbres que llevamos a cabo cotidianamente tal como cepillarnos los dientes con pasta dental o lavarnos el cabello con shampoo, a pesar de que estos productos tengan componentes para nada compatibles con la Salud.
Ahora bien, son numerosos los productos cosméticos que se utilizan a diario para la higiene personal o para embellecer donde brindan un abanico de aromas y colores que, en casi todas las ocasiones, los fabricantes enfocan sus productos en las ventas masivas sin importar cómo y bajo qué efecto los productos llegan y accionan en nuestros cuerpos.
Uno de los cuestionamientos en los años más recientes se basa en la presencia de aluminio en cosméticos y en particular en los antitranspirantes de uso común. Esto se ha vinculado con posibles orígenes de cánceres y Alzheimer.
A continuación, veremos para qué está presente el aluminio en estos productos, cuáles son las injerencias en el cuerpo humano y qué alternativa ofrecemos desde Ormus Patagonia.
¿Qué es el Aluminio y dónde lo encontramos?
El aluminio es el segundo metal más utilizado después del acero y el tercer elemento más abundante en la corteza terrestre. Está prácticamente por todas partes, tanto en forma natural como artificial, sobre todo después de que hace poco más de un siglo comenzase su explotación industrial a escala masiva. Desde el desodorante hasta el envoltorio del chocolate, desde las cazuelas donde se prepara la comida a las latas que contienen el refresco, hay cientos de maneras por las que nuestro organismo entra en contacto con el aluminio. La lista de posibles fuentes de exposición es extensa e incluye (Blaurock-Busch y Griffin, 1996; Sholer, Pfeiffer y Papaioannou, 1981):
- Fuentes alimentarias: agua potable, aditivos alimentarios, polvo de hornear, especias, té preparado.
- Fuentes medicinales: aspirina, fluidos intravenosos, vacunas, antiácidos
- Otras fuentes: ollas y sartenes de aluminio, recubrimiento de hornos, latas y envases de papel aluminio, desodorantes y antitranspirantes, aire contaminado.
La exposición ocasional al aluminio generalmente no es perjudicial, pero la exposición a cantidades altas y/o en continuidad afecta a la salud.
Los trabajadores que inhalan cantidades altas de aluminio en polvo pueden desarrollar problemas respiratorios tales como tos o alteraciones que se visualizan en radiografías del tórax. Algunos trabajadores que respiran polvo o vapor de aluminio no se desempeñan bien en algunas pruebas que miden funciones del sistema nervioso.
Se constata que el aluminio se acumula poco a poco en el cuerpo y empiezan a vislumbrarse efectos nocivos que los científicos identifican más claramente en el cerebro.
Algunas personas con enfermedades del riñón almacenan una gran cantidad de aluminio en sus cuerpos y en ocasiones desarrollan enfermedades de los huesos o del cerebro que pueden deberse al exceso de aluminio.
Aluminio en Desodorantes
Se utiliza este metal en forma de sales llamado sulfato de aluminio con el fin de que el desodorante sea en efecto un antitranspirante, ya que el aluminio cumple la función de tapar los poros en las axilas y así evitar la sudoración.
Numerosos estudios han interrogado si esto tiene consecuencias en la salud de las personas; hace tiempo que se ha analizado la relación entre los desodorantes –que incluyen aluminio- y el cáncer de mama. El profesor Christopher Exley, bioquímico de la Universidad de Keele, en Inglaterra, considerado como el principal experto mundial en el campo de la toxicidad del aluminio, cree que, si hay relación, aunque el profesor Alfred Bernard, toxicólogo de la Universidad Católica de Lovaina, opina lo contrario.
Sin embargo, según lo que ha publicado el diario «Le Soir», ambos están de acuerdo en que este metal es una potente neurotoxina que afecta directamente al cerebro.
Según Bernard, «se ha demostrado que la demencia observada en pacientes en hemodiálisis se debe a la acumulación de aluminio en la sangre y el cerebro. Las personas con insuficiencia renal son claramente las de mayor riesgo para el aluminio».
Ambos están de acuerdo también sobre los efectos del aluminio en el caso del Alzheimer. Exley dice que se ha probado que “si el aluminio está presente en una región del cerebro en donde la enfermedad de Alzheimer está en curso, puede promover su desarrollo mediante el aumento de la gravedad y el inicio temprano de los síntomas”.
El Aluminio: Una Presencia Cotidiana en nuestros entornos
Debido a que el aluminio es tan común y se encuentra ampliamente distribuido en el ambiente, es prácticamente imposible evitar la exposición a esta sustancia.
Desde los alimentos que consumimos hasta el agua que bebemos y el aire que respiramos, el aluminio forma parte de nuestra vida cotidiana (Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades [ATSDR], 2006a). Esta omnipresencia del aluminio nos plantea la pregunta fundamental: ¿qué efectos tiene realmente en nuestra salud? Y, ¿podemos mitigar cualquier posible impacto negativo?
En primer lugar, es importante entender que nuestro sistema excretor, especialmente los riñones, se encarga de eliminar el 95% del aluminio que ingresa al organismo. El resto tiende a acumularse en los tejidos en los que hay más afinidad (huesos, hígado, riñón, sistema nervioso y tejido adiposo) y que con el tiempo causas procesos inflamatorios entre otras alteraciones, pudiendo llegar a generar síntomas muy diferentes.
Es necesario considerar que los efectos de la exposición a cualquier sustancia tóxica dependen de la dosis, la duración, la manera como usted está expuesto, sus hábitos y características personales y de la presencia de otras sustancias químicas.
Algunos síntomas de intoxicación por aluminio:
- Úlcera en la boca
- Úlcera gástrica
- Espasmos de esófago
- Apendicitis
- Diarrea crónica
- Prurito anal
- Erupciones en la piel
- Calambres musculares
- Alzheimer y demencia
Si bien resulta imposible llegar a una intoxicación por aluminio por el uso de antitranspirante, el contacto continuo e ininterrumpido con este elemento si tiene impactos no deseados en la salud.
Ormus Patagonia es un Super alimento alcalino que integra múltiples cualidades beneficiosas para el cuerpo y la mente, propicia desintoxicaciones y la eliminación de metales pesados gracias a su cualidad quelante.
Para conocer más sobre este maravilloso alimento leer:
Ormus Patagonia y la desintoxicación del cuerpo: ¿cómo puede ayudar en la eliminación de toxinas?
Mientras nos encarguemos de que nuestro cuerpo esté en estado de salud general para que por sus procesos elimine los excesos de este metal y, además, de hacer una selección consciente de los productos que consumimos a diario, el riesgo es bajo. Muchos productos suelen contener aluminio en muy pequeñas cantidades que no afectan de inmediato, pero si el uso prolongado y sostenido puede tener consecuencias tóxicas.
Desodorante libre de Aluminio
Desde Ormus Patagonia ofrecemos productos comprometidos con la Salud, el Bienestar y el medio ambiente, desde el origen de las materias primas, la fabricación hasta las acciones de los minerales y aceites esenciales en el organismo.
A través de Dabar Frecuencial creamos Desodorantes Libres de Aluminio que contienen Ormus y Zeolita, dos poderosos ingredientes naturales que eliminan toxinas y metales pesados y mantienen la piel fresca, devolviendo el natural estado de salud de las axilas.
El contenido de Ormus reduce la inflamación e irritación, equilibra el pH de la piel y potencia los procesos celulares, protegiéndote naturalmente de los malos olores.
Su contenido de Zeolita revierte los efectos tóxicos producidos por desodorantes convencionales, restaurando el natural estado de salud de tu piel
La zeolita es un mineral que permite liberar al organismo de metales pesados, toxinas y contaminantes de distintos orígenes. Este mineral equilibra el pH orgánico, al evitar la dispersión de iones ácidos y tiene un demostrado efecto antioxidante e inmunoestimulante.
La particularidad de la zeolita es su carga eléctrica negativa, con lo cual atrae metales pesados y toxinas (aluminio, mercurio, plomo, cadmio, arsénico, etc.), que habitualmente poseen carga positiva. La carga negativa también ayuda a la distribución de minerales útiles (calcio, sodio, magnesio, potasio, etc) y del ácido generado por los iones de hidrógeno (de allí que se lo considere un buffer del pH).
CONCLUSION
La exposición al aluminio es un hecho cotidiano, debemos comprender que su impacto en la salud es más complejo de lo que a menudo se retrata y requiere que estemos presentes y así considerar qué productos estamos utilizando y qué es lo que nos sirve de lo que contienen. La presencia de metales pesados en general se hace necesario considerarla si optamos por un estilo de vida natural y saludable, ya que suelen estar en varios productos de uso cotidiano.
Desde Ormus Patagonia ofrecemos productos libres de estos metales y otros contaminantes, así como también información consciente que nos permite tomar las riendas de nuestra Salud y Bienestar, transformar hábitos y aplicar saberes ancestrales que nos garantizan una mejor calidad de vida.
Referencias
Agencia para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades (2006a, septiembre). Aluminio CAS # 7429-90-5. División de Toxicología y Medicina Ambiental ToxFAQs. Atlanta, GA: Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Servicio de Salud Pública. Recuperado el 2 de mayo de 2008 de http://www.atsdr.cdc.gov/tfacts22.pdf.
Agencia para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades (2006b). Informe toxicológico para el aluminio (borrador). Atlanta, GA: Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Servicio de Salud Pública. Recuperado el 13 de mayo de 2008 de http://www.atsdr.cdc.gov/toxprofiles/tp22.html.
Blaurock-Busch, E. y Griffin, V. (1996). Análisis de Minerales y Elementos Traza: Aplicación en Laboratorio y Clínica. Boulder, CO: TMI/MTM Books.
Hellstrom, H. O., Mjoberg, B. y Mallmin, H. (2005). El contenido de aluminio en los huesos aumenta con la edad, pero no es más alto en casos de fracturas de cadera con o sin demencia en comparación con los controles. Osteoporosis International, 16, 1982-1988.
McLachlan, D. R. C., Bergeron, C., Smith, J. E., Boomer, D. y Rifat, S. L. (1996). Riesgo de enfermedad de Alzheimer confirmada neuropatológicamente y aluminio residual en agua potable municipal utilizando historias residenciales ponderadas. Neurología, 46, 401-405.
Sohler, A., Pfeiffer, C. C. y Papaioannou, R. (1981). Niveles de aluminio en sangre en una población ambulatoria psiquiátrica: niveles elevados de aluminio relacionados con pérdida de memoria. Psiquiatría Ortomolecular, 10, 54-60.
Zeolita: Nestor Palmetti (2020). Cuerpo Saludable: Cómo resolver problemas crónicos. Edición de Autor