La conexión entre las frecuencias Solfeggio y la geometría sagrada revela una armonía intrínseca con las vibraciones de la naturaleza. Estas creaciones musicales, construidas sobre ritmos, tonos y estructuras matemáticas, tienen el poder de elevar nuestra vibración, conectándonos con un estado de bienestar y equilibrio. En este artículo exploraremos las relaciones que hay entre las frecuencias Solfeggio, las ondas binaurales, la música en secuencia Fibonacci, y qué tienen que ver con el número de la proporción áurea.
Las Frecuencias Solfeggio
El origen de las frecuencias solfeggio se encuentra en el siglo XI, con el teórico de la música Guido d’Arezzo que desarrolló una escala ascendente de seis notas que era la siguiente: Ut, Re , Mi , Fa , Sol y La. Los nombres fueron tomados del primer verso del himno latino Ut queant laxis, donde las sílabas caen en su correspondiente grado de escala.
“Ut” se cambió en 1600 en Italia a la sílaba abierta Do, por sugerencia del musicólogo Giovanni Battista Doni, y se añadió Si (de las iniciales de “S ancte I ohannes”) para completar la escala diatónica, que es la más utilizada hoy en día. En los países anglosajones, Sarah Glover cambió «si» por «ti» en el siglo XIX para que cada sílaba pudiera comenzar con una letra diferente.
Estos son los sonidos fundamentales utilizados en las religiones del Este de la India y en el Cristianismo Occidental. Las investigaciones muestran que las frecuencias Solfeggio tienen efectos mentales, emocionales y físicos.
El objetivo de las frecuencias Solfeggio es profundizar la conexión con uno mismo y el universo, buscando la armonía en todos los niveles.
Las frecuencias Solfeggio son las siguientes:
- (UT) DO – 396 Hz – Liberando la culpa y el miedo
- RE – 417 Hz – Deshaciendo situaciones y facilitando el cambio
- MI – 528 Hz – Transformación y milagros (reparación del ADN)
- FA – 639 Hz – Conexión / Relaciones
- SOL – 741 Hz – Despertar la intuición
- LA – 852 Hz – Regresando al orden espiritual
El Dr. Leonard Horowitz enumera 3 frecuencias más (963, 174 y 285, con un total de 9 frecuencias), ampliando el espectro sonoro para incluir conceptos como la curación y el conocimiento.
Por otro lado, la frecuencia de 432Hz emerge como una «afinación alternativa» alineada con patrones naturales y cósmicos. La afinación estándar actual de 440Hz ha sido objeto de debate, con propuestas para cambiarla a LA en 432Hz o DO en 528Hz. Estas tres afinaciones han generado una gran controversia.
Las afinaciones de 432Hz y 528Hz son diferentes y no deben confundirse. Ambas cuentan con evidencia científica e histórica que las respalda en su armonía con la geometría sagrada y la naturaleza.
Al profundizar en el estudio de estas afinaciones, es posible entender cómo las frecuencias están completamente interrelacionadas y conectadas entre sí. Este conocimiento nos permite apreciar mejor su impacto en nuestra vibración y bienestar.
432Hz
La música afinada en 432Hz tiene numerosos beneficios, como reducir la ansiedad, equilibrar la frecuencia cardíaca, y aumentar la creatividad e inteligencia. Esta frecuencia se encuentra en las ondas armónicas naturales, la luz, la materia, el electromagnetismo, y en elementos naturales y arquitectónicos históricos como las Pirámides de Egipto y monasterios tibetanos. Compositores como Mozart y Verdi utilizaron esta afinación.
Se dice que la afinación en 432Hz resuena con la vibración de la Tierra y la frecuencia Schumann. Todos los tonos principales de esta afinación se reducen matemáticamente a los números a 3, 6 y 9, números de resonancia perfecta.
528Hz
La frecuencia de 528 Hz, conocida como la frecuencia del amor o tono milagroso, aunque sin evidencia clara, incrementa la absorción de luz UV en el ADN, reparando y equilibrando. Se cree que tiene propiedades curativas profundas y se encuentra en el arco iris, en los rayos del sol y en el zumbido de las abejas.
Es útil para superar crisis personales, recuperar la intuición y enfrentar pesadillas, despejando la mente y facilitando viajes astrales y sueños lúcidos. Esta frecuencia, reducida a 6, armoniza con Saturno y la frecuencia de Mercurio que, en la mitología, se cita que guiaba a las almas por el inframundo y entregaba los mensajes a los dioses.
Relación entre 432Hz y 528Hz
La frecuencia de 432Hz se encuentra en la expansión y el flujo de la vida, mientras que 528Hz se asocia con cambios, el mundo onírico, en lo oculto y lo profundo. Matemáticamente, estas frecuencias son como espejos, una solar y otra lunar, una positiva y otra negativa, una ligada a la luz y otra a la oscuridad.
Ambas frecuencias también comparten los dígitos 3, 6 y 9 en su relación matemática, revelando interesantes coincidencias y causalidades que reflejan su profunda interconexión.
Solfeggio en las Meditaciones
Las frecuencias Solfeggio, conocidas por su profunda conexión con las vibraciones naturales, son herramientas poderosas en las meditaciones. Cada frecuencia tiene un efecto específico en el cuerpo y la mente, promoviendo la sanación, la relajación y la elevación espiritual. Incorporar estas frecuencias en las meditaciones puede intensificar la experiencia, ayudando a alcanzar estados más profundos de paz y conexión interior, armonizando nuestras energías con las del universo.
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Ondas Cerebrales y Tonos Binaurales
El cerebro, compuesto por millones de neuronas, utiliza electricidad para comunicarse, formando patrones de ondas cerebrales. Estas ondas varían según la edad y la actividad de la persona, reflejando su naturaleza cíclica y ondulatoria.
La comunicación entre neuronas (sinapsis) ocurre mediante la liberación de neurotransmisores y la transmisión eléctrica. Estas uniones tienen baja resistencia y alta conductancia, permitiendo que la corriente fluya entre neuronas, generando despolarización o hiperpolarización con iones positivos o negativos. Esto quiere decir que permiten que la corriente fluya fácilmente entre neuronas, causando cambios en la carga eléctrica que activan o inhiben la siguiente neurona.
Las ondas cerebrales son patrones de actividad neuronal que pueden ser influenciados por frecuencias específicas en la misma sintonía. Estas son las frecuencias en las que “fluyen” las ondas cerebrales:
- Delta (1-4 Hz): Descanso Profundo y sin sueños. Es la onda más lenta. En este estado no se sueña y el cuerpo tiende a regenerarse.
- Theta (4-8 Hz): Meditación profunda y creatividad. Sueño ligero, relajación extrema. Es un
estado mental muy receptivo. - Alpha (8-12 Hz): Relajación y meditación ligera. Estado despierto pero muy relajado. También un estado de creatividad y consciencia clara. Las personas con muchas ondas Alpha tienden a tener mejores y más nítidos recuerdos, menos estrés y ansiedad, menores dolores y molestias.
- Beta (12-30 Hz): Concentración y alerta. Estado despierto, vigilia.
- Gamma (30-100 Hz): Estado asociado a la formación de ideas, procesamiento de la memoria, algunos tipos de aprendizaje, percepción y alta conciencia cognitiva.
Los tonos binaurales utilizan dos frecuencias ligeramente diferentes en cada oído para crear una tercera frecuencia perceptual que puede inducir diversos estados de conciencia, desde el sueño profundo (Delta) hasta la alta conciencia (Gamma). Estos tonos se generan mediante la diferencia de frecuencia entre dos sonidos, creando una percepción auditiva independiente de las dos ondas iniciales..
Cuando el cerebro interpreta y combina estas señales, se produce una frecuencia resultante que no está presente físicamente. Esta «frecuencia binaural» induce estados específicos como relajación, concentración o meditación.
Estudios han demostrado que la exposición a frecuencias binaurales puede influir en la actividad cerebral, generando cambios en las ondas cerebrales y, por lo tanto, en la experiencia y estado mental del oyente. Las frecuencias binaurales son una herramienta poderosa para influir en estados mentales específicos como la relajación, la concentración y el sueño.
Trabajar con frecuencias basadas en 432Hz estabiliza la vibración cerebral. Los barridos de frecuencia permiten una transición suave hacia y desde estos estados, evitando la resistencia cerebral. Así, las ondas cerebrales pueden pasar de beta (13-30 Hz) a alfa y theta sin esfuerzo en menos de seis minutos, facilitando el acceso y familiarización con estos estados.
Estos tonos binaurales no superan los seis minutos, lo que permite al cerebro acostumbrarse gradualmente al nuevo estado y regresar a un estado natural cuando se desee.
Ruido Rosa, Blanco y Marrón
Existen diversos tipos de ruidos, clasificados según la distribución de la potencia de banda y la densidad espectral. Estos ruidos, comunes en la naturaleza, el vientre materno o el entorno urbano, pueden ser recreados para inducir estados de calma. Al reproducir estos sonidos familiares, se generan diferentes estados de relajación, aprovechando la respuesta natural del cuerpo a estos estímulos auditivos.
Hoy en día encontramos los diferentes tipos de ruidos, frecuencias binaurales, frecuencias Solfeggio en multitud de plataformas digitales de música y video, y en enorme variedad de opciones, combinaciones y objetivos.
El ruido Rosa
El ruido rosa tiene una densidad espectral más fuerte en bajas frecuencias.
Lo encontramos en ambientes naturales como bosques, playas y ríos, así como en sonidos como el arrugamiento de hojas, el viento y los latidos del corazón.
Este ruido es relajante y ayuda a inducir un sueño profundo, siendo especialmente efectivo con niños. Sin embargo, para los bebés, el ruido blanco suele ser más adecuado debido a su naturaleza más neutra.
El Ruido Blanco
El ruido blanco es una señal aleatoria que distribuye uniformemente la energía de las frecuencias conteniendo todas las frecuencias audibles para los humanos, con una misma intensidad y potencia constante en todas ellas y refinando todos los tonos ásperos.
Es un sonido reparador y natural que se encuentra en tormentas eléctricas y el crepitar del fuego, por ejemplo. Es muy efectivo para ayudar a los bebés a dormir y para personas con insomnio en entornos ruidosos, así como para mejorar la concentración.
Sin embargo, el ruido blanco constante puede causar dependencia, dificultando el sueño sin él, y puede afectar la comunicación, el aprendizaje de idiomas, el oído, la orientación y el equilibrio.
En cambio, aquellos que viven en entornos con ruido rosa o marrón tienden a aprender con más facilidad y a tener más equilibrio y calma mental.
El Ruido Marrón
El ruido marrón potencia las frecuencias más bajas, siendo un sonido áspero y envolvente en tonos graves. Se encuentra en un río, una cascada, una lluvia intensa y truenos.
Este ruido ayuda a relajarse y conciliar el sueño mejor que otros tipos de ruido. Debido a su gravedad, enmascara sonidos molestos, generando una sensación de calma.
Es efectivo contra la ansiedad y la depresión, potencia la concentración y ayuda a despejar la mente, proporcionando un aislamiento auditivo beneficioso para el bienestar mental.
Música con Geometría Sagrada
La música con geometría sagrada fusiona matemáticas sagradas y conceptos espirituales con la estructura armónica musical.
El Número Áureo (Φ = 1.6180339887…) Surge de la proporción de dos segmentos consecutivos.
La Secuencia de Fibonacci, descubierta por Fibonacci, muestra una espiral de números (1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89…) donde cada número es la suma de los dos anteriores. Al dividir estos números por su predecesor, obtenemos Φ, y la representación geométrica de esta secuencia revela una espiral presente en la naturaleza y el crecimiento de la vida.
Compositores como Mozart, Beethoven, Bach, y Béla Bartok incorporaron estructuras basadas en el número áureo en sus obras.
Esta espiral se encuentra en la naturaleza, el cuerpo humano, el crecimiento de las cosas y el cosmos.
Conclusión
Las frecuencias Solfeggio, las ondas cerebrales y armonías en la naturaleza nos ofrecen una puerta hacia una mayor conexión con las vibraciones universales vinculadas a la salud y bienestar. Esto es un breve acercamiento a un infinito mundo donde lo sutil, etéreo e invisible modula y moldea el mundo físico a través de la interconexión de los diferentes planos de existencia.
En siguientes artículos profundizaremos en la injerencia de frecuencias y sonidos en proporción áurica, la composición musical en el patrón de Fibonacci y las infinitas posibilidades en el mundo del sonido.
Al explorar estas afinaciones y composiciones, nos nutrimos con herramientas que permiten conectar más profundamente con las vibraciones naturales del universo, elevando nuestra frecuencia y transformando nuestra experiencia de la realidad.
